“Me escuecen los pies”, eso fue lo que nos dijo Lucía el día que la vimos en la consulta. Lucía acababa de volver de un campamento de verano cuando comenzó con descamación y fisuras entre los dedos de los pies. Su madre la llevó al pediatra y fue diagnosticada de pie de atleta. A Lucía le recetaron antifúngicos y corticoides tópicos durante unas semanas, pero a los pocos días de empezar el tratamiento, la cosa empeoró.
Cuando la vimos en la consulta, tanto Lucía como su madre estaban muy asustadas. Lucía tenía un picor y un escozor insoportable y en la exploración pudimos ver un eccema muy grande que le iba desde el dorso hasta la planta de los pies. Aparte de la molestia, Lucía se encontraba perfectamente, no había tenido fiebre ni malestar general. Además, era una niña muy sana sin ningún otro problema de salud.
Nuestro instinto arácnido nos puso en modo detective y tras mucho insistir su madre nos contó que además del tratamiento del pediatra le había estado aplicando un producto natural para ayudar a eliminar los hongos. ¿Qué hacemos ahora? ¿Pensamos en que esa tiña ha ido mal con el tratamiento o nos planteamos otras alternativas? ¿Creéis que podríamos beneficiarnos de alguna prueba diagnóstica? ¿Cómo lo tratamos?
Bueno, pues el caso de esta semana nos lo trae Nieves Martínez Campayo, residente de 4º año de Dermatología en el Complejo Universitario de A Coruña, así que el vídeo se lo dedicamos a nuestros amigos gallegos. Para la solución, tendremos que esperar pacientemente al miércoles.
Maxia Natural, Parques de Galicia from wwwLUZLUXcom on Vimeo.