Leonor estaba contrariada: tres meses esperando la consulta para el dermatólogo por una supuesta urticaria que ya no tenía. La urticaria (o lo que fueran aquellas ronchas que la habían tenido un mes rascando) había desaparecido tal y como había venido (bueno, quizá el antihistamínico que le dio su médico tuvo algo que ver). De modo que teníamos delante a una paciente aparentemente indignada porque ya no estaba enferma. En estos casos les intento explicar que la resolución espontánea de muchas enfermedades inflamatorias es algo habitual y que debería ser más motivo de regocijo que de ansiedad. Pero cuando un paciente no anula la cita (en cuyo caso podría ser aprovechada por otro y disminuir así la cada vez mayor lista de espera) suele ser por algo, casi siempre para comentarnos otros problemas que quizá no habrían sido motivo de derivación por parte de su médico de familia.
Es la vieja táctica del "ya que estoy aquí” (por otra parte, perfectamente comprensible). Y ya que estaba aquí, efectivamente aprovechó para consultarnos por unas manchas oscuras que tenía en las
manos. Bueno, en el dorso de las manos, de los antebrazos, de la cara y del escote. Nuestra paciente, de 68 años, amante de los rayos solares y de las playas de Mallorca, nos contaba que aunque ahora iba con más cuidado, hasta hacía bien poco no era demasiado amiga de las cremas fotoprotectoras. Aprovechamos la ocasión para, temerosos de lo que pudiéramos encontrarnos, realizarle una minuciosa exploración que afortunadamente no reveló ninguna sorpresa desagradable.
Pero volviendo a las manchas de las manos, ¿qué os parecen? ¿Debemos preocuparnos? Y, sean o no importantes, ¿podemos ofrecerle alguna solución?
La solución, como siempre, el miércoles. Hoy os dejo con un tipo que hace cosas alucinantes con unas láminas de vidrio, una especie de escultura tridimensional. Se llama Thomas Medicus, y es flipante.
emulsifier from raumkunstraum on Vimeo.
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Imagen dermatoscópica |
manos. Bueno, en el dorso de las manos, de los antebrazos, de la cara y del escote. Nuestra paciente, de 68 años, amante de los rayos solares y de las playas de Mallorca, nos contaba que aunque ahora iba con más cuidado, hasta hacía bien poco no era demasiado amiga de las cremas fotoprotectoras. Aprovechamos la ocasión para, temerosos de lo que pudiéramos encontrarnos, realizarle una minuciosa exploración que afortunadamente no reveló ninguna sorpresa desagradable.
Pero volviendo a las manchas de las manos, ¿qué os parecen? ¿Debemos preocuparnos? Y, sean o no importantes, ¿podemos ofrecerle alguna solución?
La solución, como siempre, el miércoles. Hoy os dejo con un tipo que hace cosas alucinantes con unas láminas de vidrio, una especie de escultura tridimensional. Se llama Thomas Medicus, y es flipante.
emulsifier from raumkunstraum on Vimeo.